Starbucks despide empleados y recorta menú para recuperar sus ventas globales

Starbucks anunció este lunes que despedirá a más de 1,000 empleados corporativos y reducirá un 30% de su menú como parte de un ambicioso plan para revertir la caída de sus ventas, que llevan cuatro trimestres consecutivos a la baja. La decisión busca simplificar las operaciones, agilizar la atención y mejorar la rentabilidad de la cadena de cafeterías más grande del mundo.

Entre los productos eliminados se encuentran algunas bebidas mezcladas como ciertos Frappuccino, el Royal English Breakfast Latte y el White Hot Chocolate. “Estos artículos no se venden con frecuencia, son complicados de preparar o similares a otras opciones disponibles”, explicó la empresa en un comunicado. Las bebidas energéticas heladas y los cafés con aceite de oliva ya habían sido retirados anteriormente.

La reestructuración, liderada por el nuevo director ejecutivo Brian Niccol, también contempla la supresión de varios cientos de vacantes no cubiertas y la exigencia de que directivos de alto nivel trabajen presencialmente al menos tres días a la semana en las oficinas de Seattle o Toronto. Niccol, conocido como el “Sr. Arreglatodo” por sus logros en Chipotle, asumió el cargo en agosto de 2024 con la misión de devolver a Starbucks su esencia de cafetería comunitaria, ofreciendo espacios cómodos en lugar de enfocarse únicamente en pedidos para llevar.

El directivo reconoció que la dependencia de los pedidos móviles —que representan más del 30% de las ventas— ha afectado la experiencia en tienda. “Nos centramos demasiado en la rapidez y perdimos parte del alma de la marca”, afirmó. Para contrarrestarlo, se han retomado prácticas tradicionales como permitir que los baristas dibujen en las tazas y reinstalar estaciones de autoservicio de leche y azúcar.

Las medidas llegan en medio de crecientes tensiones laborales, con cientos de tiendas votando a favor de sindicalizarse en protesta por salarios, beneficios y condiciones de trabajo. A esto se suman las quejas de clientes por los altos precios y las largas esperas, especialmente en horas pico.

Starbucks confía en que estos cambios mejorarán la eficiencia y la satisfacción tanto de empleados como de clientes, mientras busca recuperar su posición de liderazgo en el competitivo mercado global de cafeterías.