Sistema Bioeléctrico con IA facilita la comunicación sin cuerdas vocales
La Universidad de California en Los Ángeles desarrolla solución revolucionaria para personas con trastornos vocales
La Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) ha logrado un avance notable en el campo de la medicina y la tecnología con la creación de un sistema bioeléctrico impulsado por inteligencia artificial, diseñado para permitir que las personas que han perdido la capacidad de hablar debido a daños en sus cuerdas vocales recuperen esa habilidad de manera efectiva.
Conscientes de los desafíos que enfrentan aquellos que han sufrido accidentes o padecimientos que afectan sus cuerdas vocales, un equipo de ingenieros de la UCLA ha ideado un dispositivo innovador, suave, delgado y elástico, aproximadamente del tamaño de un parche. Este sistema se coloca en la piel al nivel de la garganta y es capaz de detectar los movimientos de los músculos laríngeos de una persona, convirtiéndolos en señales audibles gracias a su avanzado algoritmo de inteligencia artificial.
El dispositivo consta de dos componentes principales: uno que traduce los movimientos musculares en señales eléctricas, las cuales son interpretadas como voz gracias al algoritmo de IA; y otro que convierte estas señales en expresiones de voz deseadas. Según los estudios realizados con ocho pacientes, el sistema ha demostrado una precisión del 95%, ofreciendo una solución efectiva y prometedora para aquellos que luchan por comunicarse debido a trastornos vocales.
Los investigadores destacan que esta tecnología portátil y no invasiva proporciona un medio de comunicación vital durante el período previo y posterior al tratamiento de los trastornos de la voz. Además, planean expandir el vocabulario del dispositivo mediante el uso de inteligencia artificial y llevar a cabo pruebas adicionales con personas que sufren trastornos del habla, con el objetivo de mejorar aún más su funcionalidad y accesibilidad.
Este avance representa un paso significativo hacia la inclusión y el bienestar de aquellos que enfrentan dificultades para comunicarse debido a condiciones médicas, y subraya el potencial transformador de la convergencia entre la medicina y la tecnología en la mejora de la calidad de vida de las personas.