China prohíbe exportaciones clave de minerales a Estados Unidos
La medida intensifica la guerra tecnológica y afecta a semiconductores y defensa
En un movimiento que agrava las tensiones económicas entre las dos mayores potencias del mundo, China anunció este martes la prohibición inmediata de exportaciones de minerales críticos a Estados Unidos. La decisión, que incluye materiales esenciales como galio, germanio, antimonio y otros superduros con aplicaciones tanto civiles como militares, responde al endurecimiento de las restricciones de Washington al acceso chino a tecnología avanzada.
La medida se produce apenas un día después de que el gobierno de Joe Biden ampliara las limitaciones a la venta de semiconductores y otros productos de alta tecnología a Pekín. Esto refleja una intensificación de la "guerra de la cadena de suministro", una estrategia que busca obstaculizar la capacidad de ambos países para mantener su dominio en áreas tecnológicas clave.
El Ministerio de Comercio chino señaló que la prohibición no es total, pero las exportaciones de grafito —fundamental para las baterías de vehículos eléctricos— estarán sujetas a revisiones más estrictas. Esta medida podría impactar negativamente a industrias clave estadounidenses, como la fabricación de chips y la defensa, que dependen en gran medida de estos materiales.
China domina la producción global de minerales críticos necesarios para fabricar tecnologías avanzadas. Aunque en años anteriores evitó imponer restricciones drásticas a sus exportaciones, el escenario ha cambiado con el recrudecimiento de las políticas comerciales entre ambos países.
En los últimos meses, Pekín fortaleció su control sobre estos materiales. Desde septiembre, añadió regulaciones sobre el antimonio, un componente esencial para explosivos militares, y en octubre, impuso estrictos requisitos de divulgación para exportadores de tierras raras, obligándolos a detallar cómo se utilizarían estos recursos en las cadenas de suministro occidentales.
Analistas señalan que esta estrategia no solo busca proteger los intereses económicos de China, sino también enviar un mensaje claro sobre su disposición a responder ante las restricciones impuestas por Washington. "Es una señal de que China está preparada para jugar en un nivel más agresivo", comentó un experto en comercio internacional.
La tensión no es nueva, pero este movimiento destaca por su amplitud. En 2023, Pekín ya había suspendido temporalmente exportaciones de galio y germanio, lo que obligó a Estados Unidos a buscar fuentes alternativas en países como Japón. Sin embargo, los niveles de suministro nunca se recuperaron del todo.
Con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, quien prometió políticas aún más estrictas contra China, el panorama comercial entre ambas potencias podría deteriorarse aún más. Expertos advierten que esta escalada podría derivar en una mayor fragmentación de las cadenas de suministro globales y en precios más altos para productos tecnológicos.
La decisión china es un recordatorio del papel crítico que desempeña en la economía mundial. A medida que ambos países intensifican su competencia tecnológica, las consecuencias de estas medidas podrían tener efectos profundos no solo en sus economías, sino también en la estabilidad de los mercados internacionales.