
EE. UU. y China acuerdan marco comercial tras meses de tensiones
China enviará tierras raras e imanes a EE. UU., que reabrirá el ingreso de estudiantes chinos; el acuerdo aún requiere aprobación presidencial.

Luego de una prolongada escalada arancelaria y restricciones cruzadas, Estados Unidos y China alcanzaron un nuevo entendimiento comercial en Londres. El acuerdo, anunciado por el presidente Donald Trump y funcionarios chinos, contempla el suministro anticipado de minerales estratégicos y tierras raras por parte de Pekín, mientras que Washington permitirá nuevamente el ingreso de estudiantes chinos a instituciones educativas estadounidenses. El marco pactado busca reactivar lo acordado previamente en Ginebra, aunque aún depende de la aprobación final de los mandatarios de ambas naciones.
Este avance llega tras semanas de tensión que paralizaron el comercio bilateral, especialmente tras el anuncio del 2 de abril de Trump sobre nuevos aranceles del 145 % a productos chinos. La presión sobre los mercados globales y los consumidores estadounidenses se había intensificado, llevando a una urgente necesidad de distensión. El nuevo pacto no elimina por completo las barreras, pero ofrece una vía para reducirlas gradualmente y aliviar la incertidumbre económica.
Uno de los puntos más destacados es el compromiso de China de reanudar el suministro de tierras raras e imanes, recursos esenciales para la industria tecnológica, médica y de defensa. A cambio, Estados Unidos restablecerá el acceso de estudiantes chinos a universidades del país. Trump afirmó que este punto “siempre le ha parecido bien”, marcando un cambio de tono en su retórica reciente hacia el país asiático.
No obstante, el acuerdo no significa el fin de la guerra comercial. Persisten aranceles elevados y restricciones clave, como la exclusión de Boeing del mercado chino o los controles sobre software y tecnología de punta estadounidense. Además, empresas como Apple enfrentan aumentos significativos en sus costos operativos, mientras otras firmas se ven afectadas por la eliminación de exenciones para importaciones de bajo valor.
El anuncio de esta tregua representa un intento de ambos países por evitar un mayor deterioro de sus relaciones económicas. Sin embargo, sin documentos oficiales ni fechas firmes, el cumplimiento efectivo del acuerdo aún es incierto. Por ahora, el mundo observa con cautela si esta nueva etapa comercial marcará una reconciliación sostenida o si será, nuevamente, una pausa temporal en un conflicto persistente.
