Basura electrónica supera al reciclaje, según nuevo informe de la ONU

En un informe reciente presentado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se destaca la alarmante brecha entre la producción creciente de basura electrónica y los esfuerzos insuficientes para su reciclaje. Según los datos recopilados, la basura electrónica está aumentando a un ritmo cinco veces más rápido que su reciclaje, lo que plantea serios riesgos para el medio ambiente y la salud pública a escala global.

El informe revela que, en el año 2022, la cantidad de basura electrónica alcanzó un récord de 62 millones de toneladas, lo que representa un aumento del 82% desde 2010. Sin embargo, menos del 25% de esta masa anual de desechos electrónicos se recolectó y recicló de acuerdo con los estándares internacionales. Esta discrepancia resultó en la pérdida de recursos naturales valuados en 62 mil millones de dólares y en la creación de riesgos de contaminación significativos para comunidades en todo el mundo.

La producción masiva de desechos electrónicos está siendo impulsada por diversos factores interrelacionados, incluido el progreso tecnológico, el aumento del consumo, los ciclos de vida cortos de los productos electrónicos y la falta de opciones viables para reparar y reutilizar estos dispositivos.

El informe también destaca la falta de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) como un factor crucial en el aumento de la basura electrónica. Muchas empresas no asumen la responsabilidad adecuada para garantizar que sus productos sean recolectados, reciclados o desechados de manera segura y sostenible, lo que contribuye significativamente a la acumulación de residuos electrónicos y al impacto ambiental.

Ante esta crisis inminente, la ONU hace un llamado a la acción urgente. Es esencial adoptar medidas concretas para reducir la generación de basura electrónica y promover prácticas de consumo y producción responsables. Algunas de las estrategias clave para abordar este problema incluyen la promoción de la conciencia y la educación, el fomento del diseño sostenible, la incentivación de la reutilización y el intercambio, la facilitación del reciclaje adecuado y el apoyo a la innovación tecnológica.

Reducir la basura electrónica requiere un enfoque integral que involucre a todos los actores, desde los consumidores hasta las empresas y los gobiernos. Es fundamental que se asuma la responsabilidad en la gestión de los desechos electrónicos y se trabajé en conjunto para implementar soluciones efectivas y sostenibles.

La crisis de la basura electrónica es una llamada de atención para promover un cambio positivo en nuestras prácticas de consumo y producción. Solo a través de un esfuerzo colectivo y coordinado podemos abordar este desafío global y construir un futuro más sostenible para las generaciones venideras.