Empresario chino registra la palabra “Capibara” ante Indecopi
El registro de un término popular genera incertidumbre en comerciantes peruanos
La reciente acción de un empresario chino, Liao Yue, al registrar la palabra “capibara” como marca ante el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Propiedad Intelectual (Indecopi) ha encendido la alarma entre los comerciantes locales. El término, que ha ganado gran popularidad por su asociación con el roedor conocido en Perú como ronsoco, se ha convertido en un símbolo en la venta de productos como peluches, mochilas y artículos de papelería.
Este registro ha generado preocupación entre los vendedores del Mercado Central y de Mesa Redonda, quienes habían apostado por la venta de artículos relacionados con el capibara durante la temporada navideña. La exclusividad sobre el uso comercial del término, adquirida por Liao Yue, ha desatado un conflicto con los minoristas que ahora enfrentan la amenaza de sanciones legales.
“Esto nos afecta directamente. Los productos que traemos con imágenes de capibaras podrían ser incautados”, advirtió Renzo Quispe, representante de los comerciantes. Los vendedores se ven ahora en una situación incierta, ya que las mercancías que habían importado para satisfacer la demanda de los consumidores corren el riesgo de ser confiscadas en las aduanas.
Según la página oficial de Indecopi, el registro otorgado a Liao Yue le concede derechos exclusivos sobre el uso comercial del término “capibara” en productos de papelería, material escolar y artículos similares. Esto significa que cualquier comerciante que intente vender productos con la imagen del capibara podría enfrentarse a un proceso legal, lo que agrava la preocupación en el sector.
El capibara, que ha trascendido como un ícono global, ha visto un auge en la demanda de productos relacionados con su imagen, especialmente en los mercados limeños. Los juguetes, mochilas y artículos escolares con el diseño de este roedor se han convertido en los más buscados por los consumidores, generando un negocio próspero para los minoristas de la ciudad.
Sin embargo, este fenómeno comercial ha chocado ahora con las restricciones impuestas por el registro de la palabra “Capibara” como marca. La exclusividad sobre el término no solo afecta a los comerciantes locales, sino también a los importadores que buscan ofrecer estos productos en el mercado peruano. La amenaza de procedimientos legales se extiende también a los empresarios que intentan comercializar estos artículos sin contar con los permisos correspondientes.
Mientras tanto, otros empresarios de origen chino, que buscan registrar variaciones del término “Capibara” en productos relacionados, podrían generar más complicaciones para los comerciantes que luchan por mantener sus negocios a flote.
La situación ha desatado una ola de incertidumbre que pone en duda el futuro de este nicho comercial en Lima. La falta de claridad sobre el alcance del registro y las posibles implicancias legales deja a los minoristas en un estado de alerta, mientras esperan que se resuelva este conflicto en los tribunales.
Este caso pone en evidencia las tensiones entre la globalización del comercio y los derechos de propiedad intelectual, generando un debate sobre la regulación de marcas y su impacto en las pequeñas y medianas empresas. La resolución de este conflicto podría sentar un precedente para el tratamiento de registros de marcas relacionadas con elementos de la cultura popular y los fenómenos comerciales que surgen en diversas regiones del mundo.