La administración Trump congela la ayuda exterior para el desarrollo mundial
La medida pone en riesgo programas humanitarios esenciales y genera preocupación internacional
La administración del presidente Donald Trump ha suspendido temporalmente la mayor parte de la asistencia para el desarrollo global, con excepción de programas esenciales para la supervivencia. La decisión, que durará 90 días, responde a una revisión para alinear la ayuda exterior con la política de "Estados Unidos primero".
Estados Unidos es el principal donante de asistencia humanitaria y financia diversos programas de salud y desarrollo a través de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). En 2023, el país destinó cerca de 70.000 millones de dólares a esta labor. Sin embargo, la nueva orden ejecutiva detiene temporalmente estos desembolsos, afectando iniciativas en múltiples regiones del mundo.
El Departamento de Estado emitió un memorando anunciando algunas excepciones a la medida, permitiendo la continuidad de programas que proveen medicamentos, asistencia alimentaria de emergencia y apoyo militar a Israel y Egipto. No obstante, quedaron excluidos financiamientos relacionados con ideologías de género, cirugías transgénero y conferencias de planificación familiar.
Organizaciones humanitarias y grupos de defensa de derechos humanos han expresado su preocupación ante el impacto de la decisión. La suspensión podría afectar el suministro de medicamentos contra el VIH y obstaculizar programas de desarrollo en países en crisis. La ONU también manifestó inquietud y solicitó mayores exenciones para garantizar la continuidad de actividades vitales.
En el ámbito político, la medida ha sido presentada como un esfuerzo por aumentar la transparencia en el uso de fondos federales. Jim Risch, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, destacó la importancia de revisar la ayuda exterior para asegurar su eficacia y beneficio para Estados Unidos.
La comunidad internacional sigue atenta a las implicaciones de esta política, mientras grupos de ayuda evalúan estrategias para mitigar sus efectos en poblaciones vulnerables.