Colombia acepta deportados en aviones militares tras presión de Trump
Un acuerdo que evita una guerra comercial y afecta relaciones bilaterales claves
Colombia anunció este domingo que aceptará la repatriación de migrantes deportados desde Estados Unidos en aviones militares, tras recibir amenazas arancelarias del presidente Donald Trump. Esta decisión pone fin a un conflicto diplomático que estuvo a punto de desatar una guerra comercial entre ambos países y podría haber encarecido productos clave como el café y las flores, afectando a cientos de miles de trabajadores colombianos.
En una declaración televisada, el canciller Luis Gilberto Murillo aseguró que “se garantizarán condiciones dignas para los colombianos repatriados” y confirmó que el gobierno preparará el avión presidencial para facilitar el retorno de los ciudadanos deportados.
El anuncio llega tras un fin de semana de tensiones marcadas por la negativa de Colombia a permitir el aterrizaje de aviones militares estadounidenses con deportados, lo que llevó a Trump a amenazar con fuertes sanciones, incluyendo aranceles a las exportaciones colombianas, restricciones de visas y mayores controles aduaneros.
La Casa Blanca, por su parte, celebró el acuerdo como un triunfo de su política migratoria. “Este acuerdo demuestra que Estados Unidos es respetado nuevamente y que no tolerará la falta de cooperación en temas migratorios”, señaló un comunicado oficial.
Sin embargo, el enfrentamiento deja lecciones para futuros conflictos migratorios, especialmente en un contexto donde otros países, como México y Brasil, enfrentan presiones similares de Estados Unidos. Analistas colombianos han advertido sobre las consecuencias de futuras disputas comerciales, resaltando el impacto devastador que las sanciones podrían tener en sectores clave de la economía, como el cultivo de café y flores.
El episodio también refleja el endurecimiento de la política migratoria estadounidense y el uso de medidas de presión económica como herramienta diplomática. Aunque el acuerdo logró evitar un colapso en las relaciones comerciales entre ambos países, las tensiones evidencian los retos que enfrentará Colombia para preservar su relación con Washington, un socio estratégico en la región.