México aprueba reforma judicial de AMLO en medio de polémica
La elección popular de jueces genera debate sobre la independencia judicial
Este miércoles, el Senado mexicano aprobó la controversial reforma judicial impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), con 86 votos a favor y 41 en contra. La medida, considerada el mayor cambio en la judicatura federal en 30 años, ha despertado un intenso debate debido a su enfoque en la elección de magistrados y jueces mediante voto popular a partir del próximo año.
La reforma, defendida por AMLO como un pilar de su legado, incluye la reducción de los tiempos de mandato de jueces, la eliminación de la pensión vitalicia para ministros de la Suprema Corte y la creación de un nuevo órgano administrativo para el Poder Judicial. Sin embargo, ha sido duramente criticada por la oposición y diversas organizaciones que consideran que politiza la justicia y puede debilitar la independencia judicial.
Aspectos esenciales para entender las modificaciones y la controversia
Elección popular de jueces y magistrados
Uno de los aspectos más debatidos de la reforma es la elección directa de casi 2,000 jueces y magistrados del sistema federal a través del voto popular. A partir de listas propuestas por los tres poderes del Estado, los ciudadanos elegirán a los nuevos titulares del Poder Judicial. Además, la presidencia de la Suprema Corte será rotativa, renovándose cada dos años con base en los votos obtenidos por cada candidatura.
Esta novedad ha generado críticas sobre la posible politización de la justicia, ya que, según algunos sectores, los jueces podrían ser elegidos no por sus méritos profesionales, sino por su cercanía con ciertos grupos de poder o con el oficialismo.
Impacto en la independencia judicial
Los detractores de la reforma, incluidas organizaciones como Human Rights Watch y la Relatoría Especial de la ONU, han expresado su preocupación por la posible vulneración de la independencia judicial. Temen que el proceso electoral para jueces comprometa su imparcialidad y abra la puerta a la influencia del crimen organizado o de intereses políticos.
El riesgo, según sus críticos, radica en que la justicia quede expuesta a una mayor intervención política, lo que podría afectar la protección de derechos humanos y la resolución de controversias, en especial dentro del marco del tratado comercial T-MEC con Estados Unidos y Canadá.
La reforma como legado de AMLO
Para AMLO, esta reforma es crucial dentro de su proyecto de la Cuarta Transformación, que busca cambiar de fondo las instituciones mexicanas. El presidente ha afirmado en múltiples ocasiones que el Poder Judicial se ha convertido en un "bastión de la corrupción" y que su transformación es esencial para garantizar la continuidad de su agenda política.
Aunque la reforma aún debe ser ratificada por 17 congresos estatales, se espera que esto ocurra sin mayores dificultades, dado que el bloque oficialista tiene control sobre la mayoría de las legislaturas locales. Así, la aprobación final de la reforma podría concretarse en las próximas semanas.
Una reforma que divide opiniones
Mientras que los partidarios de la medida celebran la posibilidad de una justicia más accesible para el pueblo, los opositores sostienen que los cambios debilitan los cimientos de un sistema judicial autónomo. Con el fin del mandato de AMLO el 30 de septiembre, la implementación de esta reforma será clave para evaluar si sus reformas realmente transformarán la estructura judicial del país o, como temen sus críticos, la politizarán aún más.