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Carne de cerdo: cinco mitos sobre su consumo

Lanzan la campaña "Come cerdo, come sano" de la Asociación Peruana de Porcicultores 

Carne de cerdo: cinco mitos sobre su consumo
Lanzan la campaña "Come cerdo, come sano" de la Asociación Peruana de Porcicultores 

La campaña Come cerdo, come sano es una iniciativa de la Asociación Peruana de Porcicultores (ASOPORCI), la cual busca promover en los hogares peruanos un mayor consumo de esta carne, así como difundir los atributos, calidad y versatilidad de esta proteína de origen animal que puede disfrutarse en diversos platillos y preparaciones.

Según cifras indicadas por este gremio, la demanda de este alimento se ha triplicado en los últimos 12 años en el Perú en los mercados de abastos, restaurantes e industrias de embutidos, así como también gracias a nuevos sectores que han duplicado su consumo tras la pandemia como, por ejemplo, los servicios de catering, ante el aumento de los eventos sociales. 

“Venimos incentivando el consumo de cerdo desde 2017, de la mano de esta campaña, para que cada vez, más personas valoren las bondades de esta carne que se produce con calidad de exportación, debido a las grandes inversiones en sanidad, actualización genética y tecnológica, alimento balanceado y un manejo de buenas prácticas de crianza”, afirmó Ana María Trelles, gerente general de la Asociación Peruana de Porcicultores (ASOPORCI). 

Sin embargo, pese a los innumerables beneficios que ofrece, existen aún algunos mitos alrededor sobre su ingesta, es por eso que MSD Animal Health en Perú, empresa dedicada a la investigación, desarrollo, fabricación y comercialización de productos innovadores y de gran calidad para la salud animal, revela las verdades detrás de cada uno de ellos: 

  1. No es tan sana. Contrariamente a lo que popularmente se piensa, la carne de cerdo es tan saludable como la de otros animales y se distingue porque contiene proteínas de alto valor biológico; es abundante en vitaminas del grupo B y en minerales como hierro, zinc, fósforo y potasio.  Además, el nivel de lípidos varía de acuerdo al corte y lo mismo ocurre con su contenido en calorías, por ello es que forman parte de los planes de alimentación para el tratamiento de la obesidad y dietas hipocalóricas que recomiendan los médicos.
  2. Es muy grasosa. La composición de los cortes magros de cerdo, tales como el lomo, el solomillo o la pierna, contienen menos del 5% de grasa total. En relación al contenido de la mayoría de las carnes magras que está por debajo del 10%, ubicándose en la misma categoría del pollo, pavo o codorniz.
  3. Es muy seca. Totalmente opuesto. Esta carne es muy jugosa y sabrosa por su infiltración de grasa en el músculo. Sin embargo, es importante evitar cocinarla a temperaturas exageradas, ya que podría secarse un poco. Para ello se recomienda una temperatura de cocción que varíe entre los 71°C y 72°C.
  4. Su grasa es de mala calidad. A diferencia de lo que se cree, el 65% de la grasa que contiene el cerdo se retira durante el proceso de corte y la que queda es 70% poliinsaturada (conocidas popularmente como grasas buenas) y solo el 30% es saturada (comúnmente llamada grasas malas). Al ser rica en ácido linoleico, neutraliza los efectos negativos de las grasas saturadas y disminuye el colesterol.
  5. Incluirla en la dieta de vez en cuando. El consumo responsable de la carne de cerdo puede aportar un balance sustancial a la ingesta calórica diaria en niños, ya que cada 100 gramos de chuleta de cerdo, contiene 64 calorías al igual que un vaso de leche. Sea asada, horneada o cocida, se recomienda acompañarla con una porción de cereales y verduras. Los expertos en nutrición recomiendan consumirla entre tres a cuatro raciones a la semana.

“Ninguna otra proteína tiene tanta variedad en sus cortes como el cerdo, lo que nos permite elegir nuestro favorito de acuerdo con la receta que vayamos a preparar. Por ejemplo, pierna de cerdo para hornear, bondiola para la parrilla, brazuelo para los guisos y chuletas para freír”, agregó Ana María Trelles, gerente general de la Asociación Peruana de Porcicultores (ASOPORCI). 

Cuando organices el menú familiar, recuerda incluir este alimento no solo por sus bondades, sino porque también es parte de la tradición gastronómica peruana, una de las mejores del mundo. Por ello es importante romper todos estos mitos que impiden un mayor consumo de esta saludable carne.