El 80% de los docentes que pide ayuda lo hace por motivos de salud mental
Los profesores de secundaria son los que más se ven sobrepasados: representan el 42% de los que demandan apoyo.
Educar puede ser complicado y a veces la gran cantidad de estímulos estresantes a los que los profesores están expuestos pesan más que la vocación, hasta el punto de que muchos se replantean abandonar su puesto de trabajo. Según los últimos datos de ANPE, sindicato al servicio del profesorado, el pasado curso tuvieron que intervenir en un total de 1.994 ocasiones para brindar ayuda sobre todo a profesores de secundaria, que son los que más solicitan este tipo de apoyo, representando un 42% del total. Una de las soluciones que más ha facilitado ANPE ha sido el soporte psicológico. De hecho, el 80% de los profesionales del sector que pidió ayuda el pasado curso recurrió a esa opción por razones de salud mental, siendo esta el segundo motivo más común después del asesoramiento legal.
Entre los factores causantes de estrés más comunes para los docentes se encuentran los problemas para dar clase, las faltas de respeto por parte de alumnos, los problemas con la administración o las falsas acusaciones de padres, según los datos recopilados por ANPE. En relación a esto, Xavi Asencio, project manager de CEAC, asegura que "las metodologías en las que se educa pueden ser muy variadas y suponer distintos obstáculos, por eso es clave tener vocación por esta profesión". Por su parte, Laura Barreal, project manager de Flou, academia especializada en la preparación de oposiciones, asegura que "muchos docentes sienten cierta falta de apoyo, si bien se mantiene la demanda de formarse porque se trata de acceder a un empleo estable con un buen salario".
Situaciones como esta han puesto de manifiesto la necesidad de proteger a nuestros docentes y valorar su bienestar, ya que este influye directamente en la tarea educativa que desempeñan. Ainhoa Fernández, responsable editorial del centro de formación Campus Training, afirma que, "es importante que los docentes dispongan de las herramientas necesarias para lidiar con el estrés y conseguir bienestar en el ambiente educativo". Por esta razón, desde Campus Training, Flou y CEAC aconsejan 8 tips para que los docentes controlen su estrés académico:
Organiza tu tiempo y pon límites: para que las tareas no se acumulen y el volumen de trabajo no sea excesivo, lo mejor es establecer unos horarios respetando siempre el descanso personal. Fijar unos tiempos para cada tarea es crucial para no excederse y dosificar la faena.
Autorreflexiona: para frenar el malestar emocional primero es necesario entender cuáles son las fuentes de estrés. Pararte a pensar y entender qué es lo que te está preocupando y cuál es la posible solución es crucial para no dejarse llevar por la negatividad.
Busca ayuda profesional: en ocasiones un proceso de autorreflexión no es suficiente para entender el origen del problema. En ese caso lo más recomendable es pedir ayuda a profesionales de la salud mental para enfrentarse al estrés con acompañamiento.
Comunícate con tus compañeros: mantener un contacto con otros docentes es útil para compartir experiencias y comprender que no estás solo. Un contacto del día a día puede ser fundamental para hablar y desconectar entre clases, así como conseguir un apoyo mutuo frente a una situación de estrés.
Cuídate físicamente: aunque a veces puede parecer que no hay vínculo entre el estrés académico y el entrenamiento, la realidad es que mantener una rutina de deporte es perfecto para desconectar y lograr un estado de salud óptimo que prepare al cerebro para situaciones difíciles.
Apuesta por las técnicas de relajación: en momentos de estrés, es normal dejarse llevar por la negatividad y no ver la solución. Practicar técnicas de relajación como el yoga, la meditación o el mindfulness puede ayudarte a centrarse en el aquí y ahora y olvidarte de otras preocupaciones.
Busca un desarrollo profesional: participar en programas de desarrollo profesional puede ayudarte a dar rienda suelta a su confianza en el aula, fomentando así tu seguridad y venciendo el miedo a dar clases y el estrés que eso puede suponer.
Pon en valor tus éxitos: en ocasiones el estrés se da porque los docentes sólo se centran en sus errores o se sienten culpables por situaciones que no dependen realmente de ellos. Focalizarte en valorar lo positivo es imprescindible para sentirte fuerte y con capacidad dentro del mundo académico.
Conocer y poner en práctica estas herramientas pasa por una educación del profesorado para que sepa cómo gestionar sus emociones. Al día de hoy, existen cursos e instituciones educativas que ya brindan a los profesores las herramientas necesarias para lidiar con todas las vicisitudes de la profesión.