La aspiradora de carbono más grande del mundo comienza a operar en Islandia
Una nueva era en la lucha contra el cambio climático
Islandia ha dado un paso monumental en la lucha contra el cambio climático con la puesta en marcha de Mammoth, la aspiradora de carbono más grande del mundo. Desarrollada por las empresas de soluciones climáticas CarbFix y Climeworks, esta innovadora instalación tiene la capacidad de absorber hasta 36.000 toneladas de CO2 anuales, el equivalente a retirar de circulación 8.700 automóviles.
La tecnología detrás de Mammoth se basa en el proceso de Captura Directa de Aire (DAC), utilizando ventiladores de admisión modulares y apilables que extraen el carbono del aire. Una vez capturado, el CO2 es depositado a gran profundidad bajo tierra, donde se mineraliza, permaneciendo atrapado durante cientos de millones de años. Este proceso, impulsado por energía geotérmica, garantiza que la operación sea negativa en carbono, contribuyendo de manera sostenible a la reducción de emisiones.
La instalación Mammoth representa un avance significativo respecto a su predecesora, Orca, que comenzó a operar en Islandia en 2021 y que podía capturar 4.000 toneladas de CO2 al año. Con Mammoth, la capacidad de captura de carbono se ha multiplicado por diez, demostrando el potencial escalable de estas tecnologías en la mitigación del cambio climático.
Sin embargo, el proyecto no está exento de críticas. Algunos expertos cuestionan la viabilidad económica de las plantas DAC, considerando que el costo del crédito de carbono debería estar más cerca de 100 dólares que de los 1.000 dólares actuales para que estas instalaciones sean económicamente sostenibles. A pesar de estos desafíos, la necesidad de eliminar el carbono de la atmósfera se hace cada vez más urgente para evitar los peores efectos del calentamiento global.
El éxito de Mammoth ha impulsado a Climeworks a planificar expansiones en Estados Unidos, donde ya tienen previsto participar en varios proyectos DAC a gran escala. Estos proyectos no solo contribuirán a la reducción de carbono, sino que también tienen el potencial de generar miles de empleos directos en los próximos años.
En conjunto, estas iniciativas reflejan una creciente aceptación de que, además de reducir las emisiones de carbono, será necesario eliminar el CO2 existente en la atmósfera para mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los 2°C. La implementación de tecnologías como Mammoth podría ser crucial en esta lucha global contra el cambio climático.
La puesta en marcha de Mammoth en Islandia marca un hito importante en el camino hacia un futuro más limpio y sostenible, demostrando que la innovación tecnológica puede jugar un papel clave en la protección del planeta para las generaciones futuras.