
Videojuegos populares están siendo usados para estafas digitales
Los videojuegos se han convertido en una vía para estafas cibernéticas mediante supuestos trucos gratuitos que instalan malware en los dispositivos.

Los videojuegos más populares están siendo utilizados como señuelo por ciberdelincuentes que buscan engañar a los jugadores a través de supuestas herramientas de mejora. Archivos que prometen ventajas como monedas ilimitadas, mejor puntería o inmunidad a penalizaciones están circulando en plataformas como YouTube y GitHub. Aunque parezcan inofensivos, en realidad se trata de programas diseñados para infiltrarse en los dispositivos y robar información personal.
Según informes recientes de las firmas de seguridad Kaspersky y McAfee, este tipo de estafas se disfraza de archivos útiles para obtener beneficios en títulos como Fortnite, Roblox, Minecraft, Apex Legends o Call of Duty. Al descargar estos paquetes desde sitios no oficiales, el usuario permite sin saber la instalación de malware que puede tomar el control del equipo, monitorear la actividad digital e incluso extraer datos sensibles como contraseñas o accesos a carteras de criptomonedas.
Los hackers han perfeccionado sus métodos de distribución, utilizando sitios de código abierto y plataformas de video para difundir estos archivos maliciosos bajo nombres llamativos como “Aimbot” o “Anti-Ban”. Muchos usuarios, en su afán por destacar en el juego, son inducidos a desactivar sus antivirus o medidas de protección básicas, facilitando aún más la infección de sus dispositivos.
Una vez instalado, el malware puede conectarse a servidores remotos controlados por los atacantes, permitiendo la transferencia constante de datos. Herramientas como Lumma Stealer están diseñadas específicamente para capturar información sensible sin levantar sospechas. Lo más alarmante es la rapidez con la que estos archivos se actualizan, adaptándose a nuevas versiones de juegos y detectores de amenazas.
Niños y adolescentes, al ser usuarios frecuentes de videojuegos, suelen ser los más expuestos a estas trampas digitales. Su falta de experiencia para identificar señales de alerta y la búsqueda constante de ataques dentro de los juegos los convierten en un blanco fácil. En muchos casos, la ausencia de supervisión adulta agrava el problema, permitiendo que estos archivos maliciosos se instalen sin obstáculos.
Para contrarrestar este fenómeno, es esencial fomentar la educación digital desde edades tempranas. Explicar los peligros de descargar software desde fuentes desconocidas y promover el uso de plataformas oficiales puede marcar la diferencia. Además, mantenga los sistemas protegidos con antivirus actualizados y monitoree las descargas es clave para evitar consecuencias graves.
