Brasil lidera importaciones de China en Sudamérica con crecimiento récord
El comercio bilateral se fortalece con un aumento del 23,3 % en 2024, consolidando a Brasil como el mayor socio de China en América Latina.
Brasil se consolidó en 2024 como el principal importador de bienes chinos en Sudamérica, registrando un crecimiento del 23,3 % en sus importaciones, según datos de la Administración General de Aduanas de China. Este incremento significativo ha posicionado al país sudamericano por encima de otras economías de la región, como Perú y Colombia, fortaleciendo su relación comercial con el gigante asiático.
El aumento en las importaciones ha sido impulsado principalmente por sectores clave como manufactura, tecnologías limpias y la industria de vehículos eléctricos. Brasil ha optado por adquirir productos chinos debido a su competitividad en precio y calidad, lo que ha permitido modernizar su infraestructura económica y expandir su mercado de bienes de consumo.
La creciente cooperación comercial entre China y Brasil también responde a un contexto global de tensiones comerciales con Estados Unidos. Frente a la posibilidad de nuevos aranceles, China ha intensificado su relación con economías emergentes, apostando por una diversificación de sus exportaciones y asegurando su presencia en el mercado latinoamericano.
El sector manufacturero representó el 98,9 % del valor total de exportaciones chinas a Brasil en 2024. Entre los productos más importados destacan maquinaria, dispositivos electrónicos y baterías de iones de litio, fundamentales para el desarrollo de energías renovables y la movilidad sustentable.
En contraste, Brasil exporta a China principalmente materias primas como soja, mineral de hierro y petróleo crudo, los cuales constituyen más del 70 % de sus envíos al mercado chino. Además, productos como maíz, azúcar, carne de vacuno, carne de pollo y celulosa también figuran entre los más comercializados.
Este crecimiento en el intercambio comercial reafirma la importancia estratégica de Brasil para China y el papel fundamental que desempeña en la economía regional. La tendencia sugiere que la relación bilateral continuará fortaleciéndose en los próximos años, con nuevas oportunidades de inversión y expansión en sectores clave.