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Fumar ya no es tendencia: el autocuidado como método para dejar atrás este hábito

En 2022, el 17% de la población española de más de 16 años fumaba diariamente, según los últimos datos del INE.  

Fumar ya no es tendencia: el autocuidado como método para dejar atrás este hábito
Fumar ya no es tendencia: el autocuidado como método para dejar atrás este hábito

El abandono de un hábito que ya tenemos integrado en la rutina requiere de un proceso de adaptación que, en ocasiones, puede ser complejo y prolongado en el tiempo. Dejar de fumar es uno de ellos. En 2022, el 17% de la población española mayor de 16 años fumaba diariamente, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Si se compara esta cifra con el primer dato disponible, del año 2009 (26,2%), los datos indican que cada vez son más las personas que deciden dejar atrás esta adicción. Los expertos de Deusto Salud recuerdan la importancia del autocuidado y la adopción de hábitos saludables para sobrellevar este proceso de la mejor forma posible.
 
El autoconocimiento es fundamental para dejar atrás cualquier hábito nocivo para la salud, ya que permite tomar consciencia de las razones subyacentes que nos impiden soltarlo. Las técnicas de control emocional, como el mindfulness o atención plena, puede ayudar a una persona fumadora a autorregularse en los momentos más difíciles del proceso para dejarlo, ya que permiten desactivar el piloto automático y conectar con lo que sucede en nuestra mente.
 
“Practicar el mindfulness no sólo nos puede ayudar a dejar de fumar, sino que además nos ayuda con todas aquellas situaciones detonadoras de esta conducta y que son, en realidad, gran parte del problema de la adicción”, explica Laura Esteban, profesora de Deusto Salud y directora de Espacio Crecimiento.
 
La regulación emocional y la integración de hábitos saludables en la rutina facilitan la sustitución de las prácticas perjudiciales por otras beneficiosas e igual de satisfactorias, o más. Todas estas técnicas implican un cambio de mentalidad y “en nuestra forma de vivir, anclándonos en el momento presente desde la calma, reduciendo el estrés, reconociendo y validando todas nuestras emociones”, recuerda Esteban. Reflexionar sobre los pensamientos recurrentes que generan estrés o ansiedad, y pueden desencadenar el hábito de fumar, permite aceptarlos y gestionarlos, de modo que sea posible recuperar el control sobre el comportamiento.
 

La importancia del autocuidado

Pese a los numerosos estudios que apuntan al tabaquismo como uno de los principales riesgos para la salud en la actualidad, durante muchos años el acto de fumar se ha considerado una forma de aprobación social. Estereotipos como “fumar adelgaza” o “fumar es sexy” han convertido la adicción a la nicotina en una tendencia social, amplificada por las redes sociales. El reciente endurecimiento de la legislación en torno a esta materia a nivel internacional, con la prohibición de la venta de cigarrillos o productos con nicotina a las nuevas generaciones, busca revertir esta mitificación del tabaco y recordar la importancia de evitar su consumo. Cada vez más, la tendencia va cambiando.
 
Dejar de fumar es un proceso largo que implica, en primer lugar, aceptar la adicción, ser amable con uno mismo y establecer objetivos a corto plazo. En segundo lugar, como apunta la experta de Deusto Salud y docente del Curso de Mindfulness, Laura Esteban, “utiliza anclas”: “Dependiendo de si eres una persona más visual, auditiva o kinestésica; selecciona un estímulo que pueda desengancharte del pensamiento de fumar y sustitúyelo por ese otro estímulo que es agradable para ti, y al que puedes prestar atención durante unos minutos. Puede ser una canción que te gusta y te motiva o una ducha relajante”.

El autocuidado es fundamental para dejar atrás hábitos dañinos para la salud, como el consumo de tabaco. Esto implica poner en práctica técnicas que ayuden a aumentar el conocimiento sobre uno mismo y repercutan positivamente sobre la calidad de vida. Durante este proceso, es importante ponerse en manos de profesionales que conozcan las herramientas más efectivas para manejar los desencadenantes del hábito de fumar, como el estrés, la ansiedad o los antojos, y puedan ayudar a la persona interesada a aplicarlas de forma consciente y sana.