La policía abatió a raro oso polar en las costas de Islandia
Autoridades consideran al animal una amenaza inminente para la población
Un raro oso polar que apareció en una remota aldea del noroeste de Islandia fue abatido por la policía el pasado jueves, luego de ser considerado una amenaza para los habitantes de la zona. Las autoridades informaron que la decisión se tomó tras consultar con la Agencia de Medio Ambiente, la cual descartó la opción de reubicar al animal.
El incidente ocurrió cuando una mujer, que se encontraba sola en una cabaña cerca de donde apareció el oso, se alarmó al verlo hurgando entre la basura. La mujer logró resguardarse en el piso superior de su vivienda y, a través de un enlace satelital, alertó a su hija en Reykjavik, quien a su vez contactó a las autoridades. "No es algo que nos guste hacer", comentó Helgi Jensson, jefe de policía de Westfjords, al referirse a la decisión de disparar al animal.
Los osos polares no son nativos de Islandia, pero en ocasiones llegan a la isla flotando en témpanos de hielo provenientes de Groenlandia, según Anna Sveinsdóttir, directora de colecciones científicas del Instituto Islandés de Historia Natural. En las últimas semanas, varios icebergs han sido avistados frente a la costa norte del país, lo que aumenta la posibilidad de encuentros con estos animales.
Aunque los ataques de osos polares a humanos son extremadamente infrecuentes, estudios indican que el calentamiento global y la pérdida de hielo marino están llevando a más osos hambrientos a tierra firme, incrementando el riesgo de conflictos. Entre 1870 y 2014 se documentaron 73 ataques de osos polares en Canadá, Groenlandia, Noruega, Rusia y Estados Unidos, de los cuales 15 ocurrieron en los últimos cinco años del período analizado.
El oso abatido, un joven ejemplar de entre 150 y 200 kilogramos, fue el primer avistado en Islandia desde 2016. Desde el siglo IX, sólo se han registrado unos 600 avistamientos de osos polares en el país, lo que los convierte en un fenómeno raro pero potencialmente peligroso.
A pesar de que los osos polares son una especie protegida en Islandia, las leyes permiten su caza si representan una amenaza para la vida humana o el ganado. Tras la llegada de dos osos en 2008, un debate sobre la matanza de estos animales llevó al gobierno islandés a formar un grupo de trabajo que concluyó que, dadas las circunstancias y los costos de devolver a los osos a Groenlandia, matarlos era la opción más viable.
El cuerpo del oso abatido será estudiado por el Instituto Islandés de Historia Natural, que analizará su estado de salud y condición física. Científicos tomarán muestras de sus órganos, grasa corporal y evaluarán posibles infecciones o parásitos. Además, la piel y el cráneo del animal podrían ser conservados como parte de la colección científica del instituto.
Un helicóptero de la Guardia Costera inspeccionó el área en busca de otros osos, pero no encontró más ejemplares en las inmediaciones. La mujer que reportó el avistamiento decidió quedarse en la aldea después de que las autoridades aseguraron el lugar.